viernes, 11 de diciembre de 2015

Sólo sé, que no sé nada.

Sencillamente no entiendo el porqué desde épocas tan antiguas se ha estado meditando sobre el destino de la humanidad, sobre su formación, al igual que su estado ancestral digamos, y es que, ¿en realidad alguien sabe realmente los ingredientes que se emplearon para que fuéramos creados; de las almas que dispondríamos (tres en el caso de la filosofía clásica), o según ese tipo de fuerza interna la categoría social a la que deberíamos pertenecer? Discrepo totalmente con dichas aberraciones, y me llama la atención, observar cómo mencionaban ''absolutismo'', ''verdades universales'' o incluso ''leyes'', cuando en realidad no sabemos nada, nada en comparación con la inmensa magnitud de todo aquello que nos rodea. 
Entiendo que, cada uno busca nuevas formas de superarse, nuevos caminos por los que caminar o simplemente nuevos descubrimientos que adjuntar a sus expedientes, pero, no se puede imponer una verdad absoluta cuando en realidad se desconocen varios puntos de la ecuación. 
Dicho esto, y sé que puede llegar a ser ambiguo, he de decir que la filosofía es algo tan fino y tan fácilmente alterable, como una hoja de papel es arrastrada por las suaves brisas otoñales ...
 ''Nada es lo que parece, lo que parece puede ser o no cierto''- InkHeart

In love

Decir que se está enamorado realmente es una cosa tan ambigua, una senda tan controvertida e incompleta por muchos...

Nuevamente me veo en la posición de exponer ciertos matices de ese hecho. Nuevamente me veo en la necesidad de explicar que el amor es algo tan cruel y hermoso, que hacen de ello una perfección imperceptible por aquellos que no desean ser heridos por las certeras flechas de Cupido.

Es cierto que el amor por momentos puede ser tan sensible, tan dulce y suave ... Sentir la cálidas caricias de la pasión que representa el amor es tan impredecible, inexplicable ... Sentir que te hayas perdido en un mar de sentimientos un tanto liosos, debido a que no se le pueden dar explicaciones claras, ni mucho menos definirlos como algo real, porque sin duda es como si tu existencia se limitara a estar en una nube de la cual no deseas bajar nunca, una nube que viaja hasta infinitesimales kilómetros del planeta ... Un aislamiento tan profundo que te aleja de todos los males, y lo único que te permite ver, es que, a pesar de todo, hay una razón para luchar, una razón por la que seguir hacia delante y no desistir de esta cruda lucha continua, que también se denomina vida.

Pero no siempre es placentero, el amor puede llegar a hacer mucho daño. Esa llama que un día acarició, puede llegar a arder hasta dejar, en lugar de un paraíso, un reino destruido hasta los cimientos ...

Varias veces he comparado el amor con la guerra de Troya, en concreto con el caballo, ya que al igual que él, este sentimiento llega de forma disimulada, no sabemos realmente lo que nos puede deparar ... Pero una vez dentro de nuestro mundo, tiene dos opciones, embellecerlo o destruirlo, y es que ... Como un personaje ficticio dijo una vez ''Las cosas que más queremos, son las que nos destruyen''.

Con esto no quiero decir que no merezca la pena, sino todo lo contrario, animo al mundo entero a hacer el amor y no la guerra, a encontrar esa senda y dejarse llevar hasta que acabe ... Aunque a lo mejor, nunca lo hace ...

InkHeart